Las once matronas sancionadas reciben apoyo de los sindicatos

La representación laboral manifiesta a través de un comunicado que la dirección de los hospitales públicos de la ciudad «fai oídos xordos da problemática que se está a dar co colectivo de matronas do Hospital Clínico e pretenden que ditos traballadores asuman con toda a normalidade os expedientes que lles foron abertos sen darlles explicacións».

Los sindicatos aprobaron solicitar una reunión con la gerencia del complejo hospitalario para solicitar explicaciones sobre dos cuestiones: las diferencias de las sanciones «xa que non entendemos que si todas as traballadoras teñen a mesma responsabilidade e realizan o mesmo traballo as sancións sexan diferentes»; y por otra parte solicitan «que nos envíe o informe da auditoría que se realizou, o cal xa o pedimos noutras ocasións e nunca nolo entregaron».

Además, pedirán a la gerencia «que paralice o informe sancionador mentras non se coñeza a sentenza».

La Xunta de Persoal juzga «desproporcionada a sanción imposta pola Administración a este colectivo, xa que en ningún momento incurriron nunha neglixencia».

Cuatro más pendientes

Hasta ahora hay 11 matronas sancionadas: a cinco de ellas les han impuesto un castigo de seis meses de suspensión de empleo y sueldo, que cumplen en estos momentos. A otras cuatro la sanción consistió en apercebimientos en su expediente. Y a dos les han comunicado una suspensión de un mes sin empleo y sueldo, que cumplirán una en enero y otra en febrero.

Hay a mayores otras cinco matronas del hospital pendientes de recibir la comunicación de un mes de sanción, según se ha anunciado por parte de la Administración. Pero estas cinco se encuentran de momento de baja laboral. Para cubrir las ausencias de las sancionadas y de quienes se hallan de baja, el Servizo Galego de Saúde ha tenido que recurrir a contrataciones en el exterior, con el abono de numerosas horas extraordinarias, una situación que hace unas semanas criticó el sindicato de Comisiones Obreras.

Las matronas sancionadas continúan a la espera de que el Juzgado se manifieste sobre su situación.

Según indican, aunque se reincorporen mantendrán su negativa a impartir docencia si no hay una resolución judicial sobre el conflicto.

Se mantiene así una situación de tensión heredada desde hace años y para la que han intentado buscar soluciones con la dirección, con la comisión de docencia y con el Sergas, pero siempre sin resultado positivo para sus intereses.

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