Las matronas nos hacen daño
Carta al director el 14/11/2006 en el diario montañes donde un padre se quejaba de que su hija no podia recibir formación
Señor director:
Estoy
sufriendo... Sufro porque veo que a mi hija la están haciendo sufrir.
Empezó hace ya casi 6 meses su residencia de matrona, era su sueño
hecho realidad. Llegó a la puerta del Hospital Marqués de Valdecilla
cargada de sueños e ilusión... Había estudiado mucho, había logrado una
plaza para estudiar matrona..., había dejado su trabajo, su posición
económica, sus amistades... Todo por lo que había luchado hasta ahora,
para empezar y cumplir un sueño. Y yo me sentí feliz, porque era éso lo
que ella quería. Pero enseguida llegaron los problemas, y mi hija que
marchaba feliz e ilusionada de casa, volvía triste y desanimada. Pensé
que era por el cambio de trabajo, por los nuevos retos y
responsabilidades..., pero no era así.
Al principio intentaba
explicarme algo de lo que pasaba. Las matronas de Cantabria piden
ciertas mejoras y se niegan a enseñarnos. Ponen en peligro nuestra
formación, incluso está en juego nuestra especialidad. Puede que todo
lo que he dejado atrás no sirva de nada, porque no nos van a dejar ser
matronas. Yo ya soy mayor y no comprendo muchas cosas. No entiendo de
Administración, de gerente, de negociaciones ni sindicatos, pero soy
madre y tengo corazón y no me gusta ver sufrir a mi hija (cuando ella
no ha hecho nada para merecerlo).
Mi hija sigue llorando, pero
ya no me cuenta nada, dice que es para no preocuparme. Ahora mi niña
duerme, espero que esté soñando cosas bonitas, porque cuando duerme no
llora y yo me tranquilizo, pero cuando empieza su descanso, comienza
también mi tortura, porque ahora soy yo quien llora.
El día 7
de noviembre, leí en el periódico y allí la veo, una carta firmada por
la mayoría de matronas de Cantabria. La leo despacito, quiero entender
todo lo que pueda para comprender a esas señoras. Termino y vuelvo a
empezar, y mis ojos se clavan en una frase que copio tal cual: «No se
trata de dañar a nadie para conseguir beneficios. No creemos que ningún
fin justifique ciertos medios». Me quedo pensando, releo esa frase. Me
levanto y me acerco a buscar el Diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua, que creo debería estar presente en todos los
hogares. Vuelvo a ponerme las gafas 'de ver' y busco. la palabra dañar:
Del latín Damnare. Causar detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o
molestia. Maltratar o echar a perder algo. Condenar a alguien, dar
sentencia contra él.
No se equivoquen señoras matronas de
Cantabria, ustedes están dañando a gente: a mi hija, a sus 9 compañeros
residentes y, como mínimo, a 10 madres que sufrimos por nuestros hijos.
No son ustedes también madres, tías o abuelas?
No lo puedo entender, soy ya muy mayor para entender los problemas modernos.
Sólo
les digo una cosa: Digan lo que quieran en sus cartas a los periódicos,
pero digan la verdad y si no quieren 'dañar a nadie' pues no lo hagan,
en sus manos está.
DNI 14.842.749