El Hospital 12 de Octubre de Madrid está desarrollando un programa en el cual se permite el acompañamiento a la madre en una cesárea programada, unido al método “piel con piel”, donde el recién nacido entra en contacto directo con sus padres desde su primer minuto de vida.
El reloj se para al entrar en el hospital. Y Jaime esperaba con cierta angustia en el pasillo de quirófano… una cesárea de urgencia retrasaba la intervención… y los nervios se ponían a flor de piel…
Al otro lado del pasillo, Trinidad, su mujer, terminaba de prepararse para el gran momento…
El Doctor Grande y todo su equipo ultimaban los detalles antes de entrar a quirófano. Llegado el momento, sería cuestión de minutos el tan deseado nacimiento de la pequeña Carmen…
Llegaba la hora. Cogidos de la mano, cómplices en sus miradas, Jaime y Trinidad recibían juntos las indicaciones del personal médico. Primero llegaría la anestesia, la epidural, y después el gran momento…
Bienvenidos a la vida… bienvenida a la vida…
Minutos después del parto, Jaime, Trinidad y Carmen descansarían juntos en la sala de reanimación.
¿y las de urgencia?
Me parece un agravio a estas mujeres y niños, es más, es una vulneración a su derecho a recibir la mejor asistencia posible, no solo en cuando a las cuestiones técnicas sino también a las emocionales.
Me alegro por la familia del reportaje, pero no considero que les estén haciendo ningún favor, hace tiempo que todas las cesareas deberían ser así, lo que llevamos es un atraso considerable en la atención al nacimiento, sea por la vía que sea.