Los juicios por el conflicto de las matronas del Clínico empiezan en abril y hay aún una sancionada

De las cinco profesionales castigadas seis meses sin empleo y sueldo, cuatro ya están reincorporadas a su puesto laboral, en cumplimiento de las suspensiones cautelares de su castigo dictadas por la Justicia, hasta que no haya sentencia firme sobre el conflicto. La otra aún permanece a la espera de reincorporarse, y todo hace prever que cumplirá el castigo íntegro, pues el 8 de abril se completan los seis meses de suspensión.

Respecto a las profesionales suspendidas por un mes sin empleo y sueldo, dos cumplieron ese período en enero y febrero; otra estaba avisada para cumplirlo este mes, pero finalmente no le fue aplicado el castigo, ante las comunicaciones desde el Palacio de Justicia; y a las restantes no se las ha avisado.

Docencia

Las sanciones fueron impuestas por la Consellería de Sanidade, que abrió un expediente al respecto, aunque firmó su aplicación la actual gerente del complejo hospitalario, quien explicó que se limitó a cumplir con una orden de la Administración por un conflicto planteado antes de llegar ella al cargo.

El conflicto se debe a discrepancias con la formación de nuevas especialistas. Las matronas sancionadas exigieron una serie de requisitos para cumplir esa labor, por entender que eran necesarios para garantizar una mayor seguridad de las parturientas, y cubrir sus responsabilidades profesionales en caso de que se diese algún problema en el que estuviese implicada alguna matrona en formación. Aspiraban además a un reconocimiento económico. Sin embargo, en el servicio donde ejercen la docencia no fueron atendidas sus reivindicaciones.

Las matronas sancionadas aludieron a otras comunidades, como Cantabria, donde entienden que sí están en vigor sus reivindicaciones y exigieron diálogo para reclamar un trato semejante. Pero tras abrirse el expediente se resolvió su sanción por el tema de la docencia, no por ningún problema profesional.

Los martes -hoy prevén hacerlo de nuevo-se concentran en el Clínico y recogen firmas de solidaridad con su situación, y para solicitar a la Administración sanitaria gallega que reconsidere su postura, se les levante la sanción y se les reconozcan las condiciones que piden.

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